lunes, 20 de junio de 2011

La Brigada

Hugo Echevarrieta es uno de los parrilleros más reconocidos de Buenos Aires. Oriundo de Mendoza, consiguió su primer trabajo  como lava copas en el restorán La Raya. Con el tiempo pasó a la parrilla, su lugar. Ya pasaron casi veinte años desde que tres empresarios se acercaron para proponerle un nuevo emprendimiento: crear un local de parrilla de primer nivel.
   Esa propuesta se convirtió en lo que hoy es La Brigada, uno de los mejores lugares de la Capital para comer asado. La esencia de este lugar es la dedicación de su dueño. Junto a sus dos hijos se encarga personalmente de elegir todas las mañanas la mejor carne y preparar el fuego tres horas antes del horario de apertura para que los cortes consigan el punto justo.
   La Brigada es un emblema porteño. Reconocido por su calidad, han pasado cientos de figuras tanto nacionales como internacionales a degustar la carne argentina. Es el mismo Hugo a quien no le tembló el pulso para pedirle a Francis Ford Coppola y a Sting (cantante de The Police) que se quitaron sus sombreros a la hora del almuerzo. Maestros de la música como Bono, Joaquín Sabina, Juan Manuel Serrat, entre muchos otros, estuvieron allí. También los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Luiz Inacio Lula Da Silva y deportistas de toda índole: el ex campeón mundial de boxeo Locomotora Castro, Enrique Bochini, Daniel Pasarella, el español Raúl, Ronaldinho, Gabriel Omar Batistuta, Lionel Messi, y cómo habría de faltar, el mejor de todos: Diego Armando Maradona.
   Este local tan popular del barrio San Telmo posee una impronta futbolera muy marcada. Las paredes están colmadas de camisetas autografiadas, banderines, bufandas y pelotas de fútbol. Los regalos llegan a Hugo desde todas partes, quien admite que ya no tiene lugar para todos.
   La Brigada es un lugar que ha ido creciendo de a poco. Al principio poseía solo una planta, ahora tiene un segundo piso con terraza y una gran cava con vinos de todo tipo de etiquetas y valores situada en
el subsuelo. Un sueño para cualquier catador. El lugar está diseñado para conservar a una temperatura justa el contenido de las botellas. Los clientes más obsesivos tienen la oportunidad de guardar sus favoritos en boxes personales para protegerlos.
   Ahora, ¿por qué tanto reconocimiento a este lugar? La respuesta es simple: la calidad del producto es inmejorable. La carne es tan tierna que literalmente se puede cortar con una cuchara. Es prácticamente un pecado comer suela de zapatos, como están acostumbrados en el campo, de todos modos, el comensal puede pedir el punto de cocción que desee. Pero, apelando a la honestidad, no hay nada mejor que un rico ojo de bife jugoso, la especialidad de la casa junto a los chinchulines de chivito, todo una delicia. Si tienen el valor necesario, les recomiendo la criadilla, no lo piensen dos veces, cierren los ojos y prueben que no se van a arrepentir. En la mesa hay una panera con panes, valga la redundancia, calentitos y exquisitos. Ideales para untar con manteca.

   En la carta, que vale remarcar el detalle de estar forrado con cuero de vaca, figuran postres  variados pero clásicos. Para los golosos recomiendo la mousse de sabayón, frutillas con crema, flan casero mixto y el infaltable panqueque de manzana flambeado al rhum. ¡Para chuparse los dedos!
   Los pecios no son excesivos, se ajustan a la calidad del producto. Si bien no es un lugar económico, tampoco hay que tenerle miedo a la cuenta, se puede gastar por persona $80 aproximadamente. 
   Sobre todo por la noche y los feriados, se recomienda realizar reserva para no tener que esperar. La Brigada se llena en un abrir y cerrar de ojos. Poniendo el ojo en lo estético, las mesas poseen una excelente y cómoda distribución. Los baños son de estilo antiguo y están muy bien cuidados.
   La atención de los mozos merece un punto a favor. Están atentos a que no falte nada en la mesa y a que el consumidor quede conforme. Impecable.
   La Brigada es una parrilla de primer nivel, reconocida a nivel mundial. Es perfecto para llevar a familiares o amigos extranjeros que deseen probar carne argentina. Hoy, Hugo Echevarrieta puede estar orgulloso de su emprendimiento, su parrilla es una de las mejores de Buenos Aires. Si todavía no lo conocés, date una vuelta por las pintorescas callecitas de San Telmo y disfruta de una parrillada bien argentina.


Nada mejor que la descripción del propio dueño. Les dejamos este video para que conozcan a Hugo Echevarrieta. ¡Que lo disfruten!



Puntuación Del Buen Sabor: 10


Dirección: Estados Unidos 465, San Telmo
Horarios: Martes a Domingos de 12 a 16 y de 20 al cierre.
Contacto: 4631-5557
Medios de pago: Visa, Master Card, Maestro, American Express, Cabal y Diner.
Estacionamiento: 2 hs sin cargo en Bolívar 880



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