lunes, 25 de abril de 2011

En casa… ¿Delivery?

Hace ya varios años, una palabra anglosajona se incorporó a nuestro español de una cómoda manera y con gran aceptación por todos, sobre todo por aquellas personas con poco tiempo para dedicarle a la cocina. Delivery. Un gran invento para unos, una pesadilla para otros.

Vamos a afirmar, y jamás pondremos en tela de juicio, que la comida casera es la más rica, la más nutritiva y es elaborada con más amor. Pero no siempre hay tiempo ni predisposición para preparar nutritivas manjares caseros, entonces para llenar ese vacío nació el delivery. A partir de la aparición de esta cultura, hubo ciertos cambios: las heladeras pasaron a ser la biblioteca de imanes que alberga esos teléfonos sagrados, los papeles que pasan por debajo de las puertas ofreciendo nuevos menúes son claves para matar el hambre e incluso si nos quedáramos sin bebdidas alcohólicas en alguna reunión social, el delivery está siempre atento para ayudarnos.
 

Mejor hecho en casa

El problema de esta nueva cultura social es que uno no siempre conoce la cocina del lugar donde está llamando. El aspecto es imprescindible para confiar en lo que nos están sirviendo en nuestros platos, en este caso, en nuestras bandejas de plástico. No sólo pasa por la limpieza del lugar donde se cocinan los alimentos, sino que si pido que lo condimenten con ajo y perejil, me gustaría que sean frescos, no sus rastros disecados.


¡No tengo tiempo!... ¿Qué comemos?

Existen personas que son Licenciados en el Pedido a Domicilio,lo cual es una categoría más
 que reconocida. Ellos saben cuáles son los últimos lugares que abrieron a 10 cuadras a la redonda, sugieren quiénes son los mejores según los gustos del comensal, conocen los descuentos ofrecidos por día y, sobre todo, saben que es una comodidad para su ritmo de vida.
No podemos prejuzgar al delivery. Definitivamente nació como una necesidad social que surge por nuevas circunstancias, como por ejemplo la completa inserción de la mujer al ámbito laboral. A su vez, el delivery ya no es visto como la comida chatarra que llega a casa, ya que surgieron nuevos espacios que ofrecen una excelente calidad de productos, a buen precio y saludables.
Es bueno y cómodo saber que a pesar de la hora y el lugar donde uno esté, puede levantar el teléfono y encontrar una voz del otro lado que nos ofrece un menú, ¡nos da para elegir qué queremos comer!

Si todavía no conocés a todos los deliveries que tenés rodeando tu casa, ¡no pierdas el tiempo! Para que te nutras un poco más de esta nueva cultura gastronómica te ofrecemos la página de Buenos Aires Delivery.

Desde Del Buen Sabor consideramos que también es importante que cuentes con una agendita de delivery, incluso en algunos lugares podés pedir por Internet, ¡ya ni siquiera tenés que usar el teléfono!


Sushi y otras alternativas de la comida de origen asiático: Sushi Pop 

Bebidas, siempre útiles para alguna urgencia: Non Stop Delivery 

¿Una picadita?: Piccadely 

Una buena opción, entre tantas que hay, de pizzas y empanada: Bakano


Un buen pedazo de vacío, una tapita de nalga, un choriza y, para cerrar, chinchulines: Siga La Vaca

Un buen final, algo dulce, ¿una helado?: Cremolatti


Para compartir en una linda tarde acompañada por un té, una torta de las mejores: Melanie Patisserie







Por Agustina Costa

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